Por Daniela García

¿Cómo te sientes? ¿Cómo estás? ¿Cómo se encuentra tu familia?
¿Cuánto tiempo vamos a seguir así?
Son preguntas que nos han ido acompañando día con día, que nos generaron incertidumbre, ansiedad e inclusive a cuestionar nuestra realidad, pero lo más importante nos hizo poner en duda quién somos y cuál es nuestro propósito de vida.
Era un jueves 12 de marzo del 2020 por la tarde, cuando instituciones, empresas y escuelas comenzaron a mandar comunicados, explicando que estábamos viviendo una pandemia mundial, no conocíamos la magnitud de dicho evento y nos teníamos que resguardar en nuestras casas mínimo 2 semanas.
Hasta ese momento podíamos sentir un ambiente de tranquilidad por el descanso efímero que tendríamos, pues eran 2 semanas de vacaciones, los periodos de exámenes, entragas, juntas comenzaban a ser aplazadas, el sentimiento de descanso no nos permitía ver una realidad totalmente diferente.
A partir de ese día, tendríamos una nueva historia que contar…
Hoy te contaré mi historia, la forma en cómo lo viví y mis aprendizajes.
Fue algo que me tomó por sorpresa, me encontraba vulnerable, deje de ver a mi familia, a mis compañeros y esa gente con la cual el vínculo emocional se vuelve clave en tu día a día, tenía que cambiar mi vida en otra realidad.
Uno de los retos más importantes y definitivamente un enemigo constante fue el aprender a convivir de una forma diferente, tenía temor a poder contagiarme, tuve que adaptarme al cambio, pasaba horas en la computadora, me volví una persona pasiva, durante esas noches llenas de ansiedad, dos preguntas rondaban por mi mente:
¿Por qué sucede esto cuando menos me lo esperaba? y ¿Qué puedo aprender de esta situación?.
Al tratar de explicarte mis días me doy cuenta que fueron una guerra de emociones, con inestabilidad emocional, estrés y sobre todo miedo; sin embargo, es ahí donde entra una de mis salvaciones y la mejor decisión que pude haber tomado, adoptar a una mascota que cambió mi vida, la cual ayudó a reducir los efectos negativos de todo lo que estaba pasando en el mundo, siendo no solo una aliada para este momento de adversidad, se convertiría también en mi compañera de vida.
Uno de los principales aprendizajes que tengo claro es que los momentos de adversidad te brindan oportunidades, que pueden sacar lo mejor o lo peor de una persona.
Vivimos en un mundo innovador y moderno, en el día a día se aprende algo nuevo, se presentan retos disruptivos y no podemos quedarnos atrás, por lo que tomé la decisión de salir adelante y aprender a manejar a ese enemigo que rondaba constantemente en mi mente: la ansiedad, buscaba controlar mis emociones, aprender cosas nuevas, disfrutar el aquí y ahora, así como buscar una mejor versión de mi misma.
Sin lugar a dudas el cambio es una constante que en ocasiones puede doler; sin embargo, la lección final de este proceso de cambio ha sido buscar la adaptabilidad a través de personas y herramientas que agreguen valor en el camino hacia mi mejor versión, el viaje tendrá días y momentos difíciles pero cada acción y esfuerzo valen la pena en el viaje hacia tu autoconocimiento.
A continuación, te dejo 3 recomendaciones para adaptarte mejor al cambio y controlar de forma efectiva tus emociones:
No te olvides de ti: Es momento de dedicarnos tiempo, de conocernos mejor, aprender cosas nuevas, hacer ejercicio, practicar algún tipo de relajación y hacer algo para divertirnos.
No pierdas la conexión con familiares y amigos: Siguen siendo tiempos de distanciamiento físico, más no de distanciamiento social, esto te ayudará a volver a conectar y reforzar tu relación social, da tiempo de calidad a aquellas personas que enriquecen tu vida
Cuenta con una rutina para cada día: Estamos programados para anhelar estabilidad y confiabilidad, al tener una rutina puedes quitarte presión ayudando a tener más confianza propia y mejorando tu estado de ánimo.
“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”. Viktor Frankl
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