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  • Foto del escritorRegina Sánchez Moreno

Un arcoíris de oportunidades


Por Regina Sánchez Moreno


El significado del mes del Orgullo o Pride va más allá de las marchas y celebraciones vibrantes (aunque también son una parte importante). Es la oportunidad perfecta para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún quedan por superar en el camino hacia la igualdad. Debemos verlo como un recordatorio de que todos merecemos vivir en un mundo en el que nuestras diferencias sean celebradas, y en el que cada persona pueda amar, expresarse y ser su verdadero yo, sin temor a ser discriminados.


Por ello, debemos poner sobre la mesa temas de diversidad e inclusión, ya que, a pesar de todas las luchas y esfuerzos realizados, vivimos en un país que continúa rechazando a las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ+. En el ámbito laboral, las empresas deberían ser las primeras en fomentar una sociedad respetuosa e inclusiva, como ejemplo para todos los que forman parte de ellas. En ocasiones, les cuesta dar el primer paso. Sin embargo, se han hecho distintos estudios e investigaciones y son los números los que demuestran que:

75% de las empresas que tienen personas diversas con estrategias inclusivas, en puestos de toma de decisiones, tienden a superar sus objetivos financieros. (Gartner)
67% de las personas que aplican a un trabajo consideran que la diversidad es un factor importante para elegir una empresa. (Glassdor)
Menos del 50% de los colaboradores en México consideran que su empresa está comprometida en fortalecer políticas de diversidad e inclusión. (PageGroup)

Las empresas en nuestro país están en el momento perfecto para ajustar sus políticas y su cultura a una más diversa e inclusiva. Sin embargo, cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena hacia un México, en el que el amor no entienda de identidad de género ni de orientación sexual.


Entonces querido lector, ¿Cómo puedes hacer la diferencia desde tu contexto?:


  1. No hagas chistes machistas, homofóbicos, relacionados a la orientación sexual de las personas o de discriminación. Si te toca ser testigo de uno, tienes dos opciones: no reírte y retirarte de la conversación o corregir el comportamiento.

  2. No le des connotaciones despectivas a las palabras de la comunidad LGBTQ+: ser “gay” no es sinónimo de miedoso, afeminado, etc. Es una orientación sexual y son personas que tienen los mismos derechos que tú.

  3. Utiliza o comienza a utilizar lenguaje inclusivo, nada te cuesta ajustar algunas palabras de tu vocabulario con las que se identifican algunos miembros de la comunidad. “Elle/elles” no son una exageración, son pronombres de inclusión.

  4. Deja a un lado los tabúes y estereotipos, y habla sobre los diferentes tipos de orientaciones sexuales e identidades de género con tus colegas, amigos y familia.

  5. Explora las historias, los avances y los temas relevantes que rodean a la comunidad. Y nunca olvides, que siempre puedes aprender de ellos pero que debes de hacerlo desde un lugar de respeto, empatía y comprensión.


Juntos, podemos construir un país más inclusivo y respetuoso, donde cada uno de nosotros tenga el derecho de amar y ser amado sin restricciones.


Todos somos diferentes, lo cual es genial porque todos somos únicos. Sin diversidad, la vida sería muy aburrida”. Catherine Pulsifer

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