“Liderar sin drama: Lecciones de Joe Torre para sobrevivir y brillar con un jefe TÓXICO”
- MIW group México
- 16 jun
- 3 Min. de lectura

Por Guillermo Iglesias Arroyo
No hace falta trabajar en las Grandes Ligas para conocer a alguien como George Steinbrenner, dueño de los Yankees de Nueva York. Casi todos, en algún momento, hemos tenido un jefe así: cambiante, exigente, explosivo… de esos que te hacen repensar si era buena idea contestar ese correo de “felicidades, fuiste seleccionado para este puesto”.
Ahora imagina liderar a un equipo lleno de estrellas bajo esa presión constante, con la prensa encima y en la ciudad más intensa del mundo: Nueva York. Ese fue el escenario de Joe Torre cuando tomó las riendas de los Yankees en 1996.
Spoiler: nadie pensaba que lo lograría. Y sin embargo, construyó una dinastía que ganó 4 Series Mundiales en 5 años, algo que no se había visto desde la era de los Yankees de Babe Ruth.
A Torre lo contrataron con poco entusiasmo. De hecho, la prensa lo apodó “Clueless Joe” —algo así como “el despistado”— antes de que empezara la temporada. Pero ese apodo no duró mucho. Lo que sí duró fue su estilo tranquilo, centrado, sin escándalos… casi contrario para un deporte y un entorno donde todo parecía acelerado. En su libro “The Yankee Years”, el cual te recomiendo si te gusta el beisbol, Joe cuenta cómo logró mantenerse firme sin caer en el juego de egos, gritos ni protagonismos.
Porque sí: George Steinbrenner era complicado. Daba órdenes desde el palco, criticaba a Torre en los medios, cuestionaba decisiones después de cada juego. Y aun así, Torre lideró al equipo a 12 apariciones consecutivas en playoffs, 6 títulos de la Liga Americana y un récord de más de 1,100 victorias con los Yankees. Todo eso sin perder la calma… ni a su equipo.
Lo que hizo Joe es algo que muchos líderes en la oficina pueden aprender: no engancharse con el caos de arriba. No se trata de ignorar a tu jefe, pero tampoco de vivir a su ritmo si ese ritmo no construye o te destruye.
Torre entendió que él no podía cambiar a Steinbrenner, pero sí podía decidir cómo reaccionar. Mientras todo el entorno era drama, él se convirtió en ese tipo que da paz, estructura y dirección.
Y no solo se trató de aguantar. Torre supo cómo ganarse a su gente. Los jugadores confiaban en él porque sabían que siempre les decía la verdad, que no los exhibía, que los cuidaba incluso cuando las cosas se ponían difíciles. Eso, más allá de las estrategias de juego, fue lo que marcó la diferencia.
Entonces, ¿qué podemos aprender quienes no usamos uniforme de béisbol, pero sí lideramos equipos todos los días? Aquí van cinco cosas que Joe Torre hacía muy bien y que tú también puedes aplicar en tu chamba:
1. No intentes cambiar a tu jefe, cambia tu respuesta.
Torre no desperdiciaba energía queriendo convencer a Steinbrenner. Se enfocaba en lo suyo. Si tu jefe es complicado, enfócate en lo que sí depende de ti. Respira hondo, haz tu parte, y no tomes todo personal.
2. Tú marcas el ambiente del equipo.
Cuando todo era presión, Torre bajaba el tono, mantenía la calma y enfocaba al grupo. Si tú te alteras, tu equipo se contagia. Si tú mantienes la cabeza fría, ellos también pueden concentrarse.
3. Cuida a tu gente del ruido de arriba.
Torre no pasaba los gritos hacia abajo. Filtraba. No seas un promotor del estrés. Conviértete en un filtro y protege a tu equipo para que puedan enfocarse.
4. No necesitas gritar para que te respeten.
Su autoridad venía de la congruencia, no del tono de voz. Habla claro, sé justo, cumple tu palabra. Eso construye más respeto que cualquier regaño.
5. No pierdas de vista tu razón de estar ahí.
Torre lo tenía claro: “No estoy aquí para manejar a George. Estoy aquí para ganar juegos.”
Que las crisis no te hagan perder el enfoque. Recuerda para qué estás, y quién necesita lo mejor de ti.
Joe Torre no fue un genio táctico ni el entrenador más ruidoso. Fue un líder que demostró que sí se puede construir confianza, manejar presión y formar un equipo exitoso sin dejar de ser tú mismo. No se desgastó en lo que no podía controlar. Y quizá por eso logró lo que muchos no: liderar con paz en medio del caos.
“Lo que más me enorgullece no son los trofeos. Es haber ganado sin convertirme en alguien que no quería ser.”
Joe Torre
Porque al final del día, no importa si estás en un estadio o en una junta por Zoom: liderar bien es que tu equipo sepa que contigo se puede trabajar, crecer… y confiar.
Seguimos al habla...
Comentarios