"El Juego Invisible: Cómo los valores del Real Madrid transforman el liderazgo corporativo”

Por Guillermo Iglesias Arroyo 

En el mundo del deporte, como en el de los negocios, hay una dimensión que no se ve en los resúmenes ni en los informes: el juego invisible. Ese que se juega en los entrenamientos, en los pasillos, en las decisiones cuando nadie está mirando.

El libro The Real Madrid Way, de Steven G. Mandis, nos lleva a ese plano oculto donde habita la verdadera grandeza. No la que se mide en goles o trofeos, sino la que se construye con valores. Mandis revela cómo el Real Madrid ha cimentado su legado no solo con estrellas, sino con una cultura que honra el respeto, la humildad, la resiliencia y el orgullo colectivo.

Cuando el club ficha a una figura mundial, no solo busca su talento: examina su carácter, su ética, su capacidad de representar una historia que empezó en 1902. Porque en el Madrid, los valores no se negocian.

Esto tiene una resonancia poderosa en el entorno corporativo. En un mercado donde la velocidad y la rentabilidad a corto plazo parecen gobernarlo todo, los valores son un acto de resistencia. Son una brújula moral que permite tomar decisiones coherentes, incluso cuando lo fácil sería ceder. Una empresa con valores sólidos sabe cuándo decir no a un cliente tóxico, cuándo invertir en el desarrollo de su gente y cuándo priorizar el largo plazo sobre la recompensa inmediata.

Revisemos cuáles son los valores del Real Madrid y pueden ser aplicados al mundo empresarial:

1. Humildad: A pesar del éxito, el club exige que todos recuerden que el escudo está por encima del ego. En las empresas, la humildad del líder y del equipo permite aprender, escuchar y evolucionar continuamente.

2. Trabajo en equipo: Las figuras individuales se subordinan al bien común. En el ámbito corporativo, esto se traduce en romper silos, fomentar la colaboración y premiar logros compartidos.

3. Excelencia: No se compite por competir; se compite para ser los mejores. Las empresas deben fomentar una cultura de mejora continua, sin conformismo.

4. Resiliencia: Perder no es el final, sino parte del camino hacia la victoria. En el mundo corporativo, esta mentalidad permite adaptarse al cambio y convertir las crisis en transformación.

5. Identidad y pertenencia: Jugar en el Madrid es representar una historia. Las compañías deben construir una narrativa interna clara, para que cada empleado sepa a qué causa pertenece.

6. Disciplina: El comportamiento fuera del campo también construye la marca. En las empresas, la ética, la puntualidad y el compromiso crean entornos de confianza y excelencia sostenida.

7. Respeto: Al rival, al juego, a la historia. El respeto mutuo, a clientes y a colaboradores, es la base de culturas inclusivas y sostenibles.

The Real Madrid Way nos recuerda que las empresas, como los equipos campeones, no solo ganan por lo que hacen, sino por lo que creen. Cuando los valores están claros, las decisiones se simplifican y los equipos juegan con algo más fuerte que la motivación: el sentido.

Como dijo Raúl González Blanco, capitán eterno del club:“Lo importante no es ser del Madrid cuando ganas, sino cuando no ganas. Ahí se ve quién eres.”

En los negocios, como en el fútbol, los momentos difíciles revelan el alma de una organización. Y si esa alma está forjada con valores, tarde o temprano, el éxito vuelve.

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